martes, 6 de noviembre de 2012

Espacios en descomposición. Lo público, lo privado y el Nuevo Cine Argentino



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Resumen
El Nuevo Cine Argentino supo representar en la pantalla ciertos cambios en la forma de hacer cine, como así también lo hizo en la forma en que son enunciadas transformaciones profundas de la sociedad argentina. Las desarticulaciones en las relaciones sociales producidas por el nuevo capitalismo tuvieron un impacto profundo en la manera de relacionar las esferas de lo público y lo privado. En este contexto, es pertinente postular que la erosión del sentido de lo público tuvo su correlato en el repliegue hacia la intimidad y sus identidades atomizadas, legitimadas y susceptibles de ser contadas.
Consideramos que éste es un cine de lo ruinoso, de los vestigios de lo que quedó, porque posa su atención en armar relatos con los restos del proceso económico social de la década del noventa. En el análisis de La ciénaga, de Lucrecia Martel y Mundo grúa, de Pablo Trapero, encontramos dos formas diversas y complementarias de acceder al problema de la mutación de lo público y lo privado y al movimiento de sus límites, pero ambas películas, con sus diferentes modos, van a dar cuenta del desgarro del tejido social.



En:

Revista Tram[p]as de la Comunicación y la cultura

Número  71 - Julio/agosto 2012



sábado, 27 de octubre de 2012

La muerte y después, Kirchner y la invención polítca


**(Estas líneas son una versión retocada de lo que escribí días después de la muerte de Néstor Kirchner)


I.

  La muerte obligó a tempranos balances. El paso de los días hizo posible poner en una perspectiva más amplia el recuerdo. Así cristalizaron algunos sentidos que armaron un nuevo mapa de disputa en donde ubicar el propio sentir. Es esperable, en todo caso, que sucedan nuevas construcciones acerca de lo que es legítimo creer alrededor de una falta que se llena de presencias.
  Si me atrevo a poner la primera persona sobre todo en esta reflexión es porque creo que lo que apareció con más fuerza ante una muerte insospechada es el registro de la emotividad. Es muy difícil esperar la muerte; tan difícil como la operación de realizar observaciones pertinentes al respecto. Muerte súbita, dijeron los médicos. Mediante este hecho que tomó por sorpresa al ámbito de lo político, se asistió con el cuerpo a lo que tal vez haya sido una invasión del sentir hacia la palabra en esta muerte, que es política.
 
II.

 La figura de Kirchner es susceptible de ser colocada como la de un emergente de la crisis de 2001 que supo interpretar un momento bisagra en la historia argentina. Algo pasó desde la consigna del “que se vayan todos” a la masividad que rodeó su velatorio. Lo peligroso de la consigna de aquellos días fue el desprecio por la política que implicaba. Eso dio lugar al desembarco de más de un aventurero en lugares de decisión pública o en condiciones de ejercer presión, algunos ya apenas recordados, otros en carrera y algunos reciclados. Es posible pensar que también abrió la puerta a ensayar formas novedosas de representación de lo colectivo. Algo pasó. De la indiferencia a la discusión. Del desprecio a la expresión de dolor más grande en muchos años. Y en eso bastante tuvo que ver Néstor Kirchner, quien supo captar demandas sociales de las cuales se hizo cargo con el aparato del Estado.
  Este fallecimiento impactó en el mismo centro gravitatorio de lo político, en tanto y cuanto el cuerpo calló para que otros vengan a hablar por él. El muerto muere para expresar una razón, no lo hace en vano. En esta perspectiva, resultó curioso observar las primeras batallas por el sentido de este hecho. Nuevas presencias de Kirchner se erigieron y erigirán en su ausencia. Desde el amplio arco que podríamos denominar opositor, Kirchner muere siendo presa de sus peores defectos. Su soberbia y omnipotencia habrían sido más elocuentes que sus médicos a la hora del consejo. Aunque hay que decir que el respeto oportunista de ocasión en algún caso hizo que donde antes se tildaban a sus modos de crispados y violentos se transformaran luego en pasionales y vehementes. Por otro lado, en una rápida lectura de los enunciados afines al gobierno se postuló una lectura cristiana de su muerte. Kirchner es el hombre que entrega la vida, que pone en juego su corazón -con toda la dimensión de la palabra- por nosotros, para absorber nuestros pecados y que los cobardes beban del ejemplo. Es la idea del sacrificio, no por el lado del esfuerzo -o no sólo por ese lado-, sino por su vertiente más trágica, tan cara a la historia de nuestro país como a los propios coetarios de Kirchner.

 III.

  Es política esta muerte principalmente porque tuvo la capacidad de interpelar a una conciencia colectiva. Obligó a movilizar sentimientos que devinieron en toma de posición; en primer lugar ante la ausencia pero, sobre todo, para intentar proposiciones acerca de cómo es posible pensar la Argentina. Ese posicionarse al que referimos acaso también significó la búsqueda de un lugar en el espacio público: cientos de miles de personas salieron a la calle. Y sobre este punto es preciso tomar nota.
  La movilización popular en la despedida del ex presidente transgredió los parámetros estereotipados de la participación. Y esto sorprendió a propios y ajenos. Sin embargo, visto en retrospectiva, una muestra de esto pudo verse en el acto de la Juventud Peronista en el Luna Park y en los festejos por el Bicentenario. En el primero, la gran participación de jóvenes en un espacio militante ahuyentó en parte la idea de la apatía de nuevas generaciones en relación al compromiso. En cuanto al festejo patrio, resultó llamativa la gran convocatoria, la cual hizo replantear las potencialidades de una instancia colectiva, tan necesaria para todo programa político que tenga la pretensión de ser transformador. No obstante, en los días del velatorio de Kirchner, algo explotó. Emergió bajo el signo de lo novedoso.
  Los militantes encuadrados se diluyeron en un mar de gente que no militaba pero sí, por supuesto, estaba participando. Pareció abrirse el piso por el que brotaba gente queriendo dar su largo adiós. La metáfora peca de pereza intelectual, pero bien sirve a los efectos de subrayar la aparición en escena de corrientes subterráneas de la sociedad. Si bien el Kirchnerismo supo tejer puentes con la militancia de los `70, tanto por un sentido de pertenencia generacional como por el tono épico dado a algunas de las batallas libradas, el protagonismo de los jóvenes en estos días llama a reflexionar acerca de cómo caló su discurso para que los mismos se sintieran llamados a salir a las calles a expresar emoción.
 
IV.
 
  No sólo de un lado se estuvo reparando en este fenómeno. En algún momento se sale del síndrome del aveloriado, uno descansa y piensa mejor. A la congoja del duelo le puede suceder una mayor organización. Y eso asusta. Entonces es cuando se escucha a un Mariano Grondona advirtiendo sobre la mímesis deshistorizada de nuestros pibes con las juventudes hitlerianas. En este contexto, el desafío del kirchnerismo debiera estar en el esfuerzo de dar contención política a nuevos sujetos históricos o, en todo caso, a nuevas formas de participación que se vislumbran. Restará ver, acaso, si la corriente política ecléctica e intuitiva que vigorizó con la rapidez que exigieron los tiempos, podrá estar, ahora, a partir del momento de su muerte, a la altura de la invención desatada de su figura.

martes, 28 de agosto de 2012

lunes, 27 de agosto de 2012

Historia de la Geografía - Notas Audiovisuales 1 -





Historia de la Geografía - Notas audiovisuales 1 - Introducción a las Teorías de la Geografía





Historia de la Geografía, Notas Audiovisuales - Nahuel Montes / Cátedra: Teoría y Método de la Investigación Geográfica / Grupo de Investigación Instituciones de la Geografía, Departamento de Geografía, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata




domingo, 1 de julio de 2012

Discursos sobre el territorio




De la geografía digital a la enciclopedia geográfica impresa*

I.
 La forma en que la geografía analiza el mundo que la rodea ha cambiado bastante a lo largo de los años. Nuevas maneras de estudiar la relación del hombre con su espacio se imbricaron con novedosas técnicas para recabar datos, así también con formas de comunicar su volumen creciente. La tecnología digital y el desarrollo de Internet han impactado profundamente en las ciencias que estudian el territorio, tanto en el ámbito de la enseñanza, como en el de la divulgación al poner a disposición de un público más amplio mayor cantidad de información.
 Existe una multiplicación de imágenes del mundo con un acceso cada vez más rápido a las mismas, al menos para quienes tienen la posibilidad de acceso a las tecnologías de la información y comunicación (tic). Es por esta razón que los datos georreferenciados -datos que se relacionan con un posicionamiento en la superficie terrestre- adquirieron una mayor demanda de organización, para lo cual existen emprendimientos dedicados a brindar estos servicios, algunos muy conocidos como Google Earth o Virtual Earth. La representación que tenemos del espacio terrestre no es ajena en parte alguna a estas imágenes a las que accedemos en forma de noticias, lugares exóticos, curiosidades, etc.
 Imaginemos por un instante cuál podía ser la visión que del espacio se tenía antes de esta revolución geotecnológica. Un papel importante en esa construcción de representaciones la tuvieron sin duda las enciclopedias dedicadas a acercarnos noticias e información sobre paisajes, regiones, costumbres, lugares a los cuales no se accedía fácilmente, por más cercanos que estuvieran. Si pudiéramos remontarnos a los años ´50 -lo cual no parece tan lejano en la historia de la ciencia- podríamos observar que entonces las cosas fueron un poco diferentes a como son ahora.
 En ese pasado que evocamos se editó una enciclopedia -más precisamente una suma- que se llamó "La Argentina. Suma de Geografía". La misma salió al público en 9 tomos desde 1958 hasta 1962, editada por la casa Peuser. Uno de los objetivos principales que tuvo fue actualizar el conocimiento que sobre el territorio se tenía hasta el momento. Ya desde el prefacio escrito por los editores se advertía que el libro estaba destinado a llenar un vacío en la literatura científica del país. Tal vacío sería el de contar con información precisa y abundante ante la necesidad de que los emprendimientos editoriales cooperen en la construcción de la ciencia argentina suministrando un instrumento serio y preciso para la investigación.




II.
 Un entramado complejo que relacionamos con el momento histórico en que fue pensada la enciclopedia a finales de los años 40´s constituyó las condiciones de producción de esta enciclopedia que estuvo bajo la dirección de Francisco de Aparicio y Horacio Difirieri y en la que trabajó un nutrido grupo de especialistas en "pensamiento territorial" marginado -o que se sentía excluido- de las instituciones oficiales de la ciencia al momento de recabar y preparar la información.  La peculiar vinculación entre el campo geográfico y el campo político que se produjo ante el hecho peronista contribuyó a definir perfiles marcados de las disputas académicas. Las fuertes antinomias crearon dos campos de alianzas; se trató de dos espacios de desarrollo intelectual de la geografía que quedaron constituidos y posicionados en fuerte oposición. Por una parte, el grupo de profesores que permaneció en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y que fue parte activa en el proceso que llevó al reconocimiento de de la carrera dentro de instituciones universitarias; por otro, el grupo vinculado a la figura de Francisco De Aparicio, el cual realizó la labor de la primera enciclopedia académica de la geografía y estuvo relacionado con la reformulación de la carrera luego de 1955.
 Las opciones político partidarias de los grupos en pugna coincidieron, de alguna manera, con diferencias entre científicos naturalistas (concepción en la cual la geografía poseía un carácter más físico en la interpretación del territorio) y aquéllos más volcados a explicaciones en las cuales la construcción del espacio tenía fundamentos humanísticos. Estas dos perspectivas nos señalan el perfil que se estaba forjando dentro de la disciplina en momentos en que se iniciaba la institucionalización y en circunstancias en las que se delineaba una identidad diferenciada de otros profesionales de las ciencias de la tierra. La Suma, por tanto, se vinculó con una opción por un pensamiento más humanista dado que por primera vez aparecen temas que se vinculan a lo que entonces se denominaba geografía humana.
 Esta obra monumental adquirió un doble carácter. Si por una parte se inscribió en la búsqueda de construcción de una ciencia especializada, por otro lado apuntó a ser material de consulta para lectores ilustrados, aunque legos en la materia. De esta manera imaginaron un lector ideal: los hombres de ciencia que dispondrían de una obra abarcativa y minuciosa, propia también para la enseñanza, y dirigida a aquel público cultivado que fuera el principal nicho de consumos culturales en pleno proceso de ampliación del público lector que se estaba produciendo en esa época.
 La idea de contar con información que tuvo aquél emprendimiento no nos aleja de las motivaciones actuales, por más ceros y unos que detenten los datos digitales. En todo caso, podemos intentar explicar las necesidades particulares a las que obedecía esa búsqueda, bajo qué teorías se realizaba y qué representaciones del país se brindaban en ese momento.
 La experiencia editorial de la enciclopedia legitimó las posiciones de los autores frente a otros sectores académicos. Así mismo, esa posición fue construida en consonancia con una agenda de temas y problemas de investigación que las determinaciones históricas reclamaban. Las mismas se relacionaron con cierto optimismo por el papel del Estado como articulador del crecimiento del país, con una intención de hacer dialogar los aspectos culturales con los naturales para describir las formas en que un grupo humano se había organizado y, en ese sentido, con una profunda convicción sobre la necesidad de conocer las potencialidades del país para un mejor aprovechamiento de los recursos en función del desarrollo. ͏


* Nota publicada en Enlace Universitario -espacio de la Universidad Nacional de Mar del Plata en Diario La Capital- domingo 1 de julio de 2012, Mar del Plata. http://www.mdp.edu.ar/index.php?key=6405








domingo, 22 de enero de 2012

Vueltas




Tengo el corazón otra vez de vuelta
de dar a una sombra lo que no tuve
de imaginar contornos de tu delta
de hacerme el sordo con lo que no pude

de vuelta al anhelo de lo que falta
de vuelta al tedio de lo que me sobra
de vuelta a los ritos de la guirnalda
de vuelta al precio de lo que me cobra.

No habrá nada alrededor de estos dedos
no habrá un más allá de donde me quedo
ni un por qué de la existencia del sol

que partió nuestro invierno oscuro y largo
ni el tiempo desmedido caracol
moral que vale nada y, sin embargo.

miércoles, 11 de enero de 2012

viernes, 6 de enero de 2012

oceánica





Mi puerta abierta de cinemascope
esta gota roja de mi camisa
cuando anduvo el camino hacia tu escote
esta mano ansiosa no tuvo prisa

Mi enigma corazón hueco tormento
fui explorador perdido en barco a vela
que alumbró deseo, abismó el momento
del velo desvelado de la cera

Fuiste danza de mar, desesperada
la sed del náufrago loco, sirenas
que arrastraron el pulso de mis venas

hacia la inmensidad en que está anclada
sin mapa, ni brújula, ni doblones
la Santa María de los colones